lunes, 30 de diciembre de 2013

TU CUERPO

Es tu única herramienta de comunicación con el mundo. Es la única vía que tienes para oler, saborear, escuchar, tocar, viajar, sentir dolor, placer, calor, miedo...
De hecho, lo único que tienes, en realidad, es tu cuerpo.
Tiene curvas, rectas, pelos, marcas, heridas, postillas, arrugas, granos, manchas. Como todos los cuerpos.
Abrazamos, deseamos, lamemos, mordemos, acariciamos, amamos, admiramos, envidiamos, echamos de menos otros cuerpos. Y esos cuerpos tienen -a veces- tripas redondas, pechos pequeños, muslos grandes, lorzas, arrugas, manchas, granos, pelos... Pero abrazamos, deseamos, lamemos, mordemos, acariciamos, amamos, admiramos, envidiamos, echamos de menos esos cuerpos.
¿Cómo podemos no amar el nuestro? ¿Cómo han podido convencernos de que no nos guste nuestro cuerpo?
Despreciar tu cuerpo es como avergonzarte de la tierra en la que has nacido, de la familia en la que te has criado, de tu gente, de lo que eres.
Si no te gusta tu cuerpo, no puedes gustarte, ni quererte, porque tu cuerpo es la forma en que te relacionas con el mundo.
Cuida tu cuerpo para vivir más, para sentirte mejor, para explotar de él todas las capacidades de disfrutar y experimentar que encierra. Pero no cuides tu cuerpo para responder a la idea que te han impuesto de lo que es un cuerpo que merece ser querido.
Tus curvas, tus rectas, tus arrugas, tus marcas, tus heridas, tus manchas, tus pelos, son lo que tu eres. Y si te pasas la vida huyendo de ellas, no vas a conseguir quererte nunca.
Pero nadie puede relacionarse desde la libertad y la felicidad con el mundo, si no le gusta la herramienta que utiliza para hacerlo.
Y no dejes que nadie, nunca, se meta con tu cuerpo.
BIOETICA Y DIVERSIDAD FUNCIONAL.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario