miércoles, 15 de enero de 2014

Educar en la diversidad, el respeto y el autocuidado

Aprendizajes. Expertos destacan la importancia de formar para una sexualidad saludable desde el nivel inicial. Los chicos deben contar con consejería individual.

Visión. “Es mejor llegar un año antes que un minuto después”, opinan especialistas.

Por Rosana Guerra*

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“Es clave implementar la educación sexual en forma temprana en el ámbito familiar y educativo, desde el nivel inicial. Es preferible llegar un año antes que un minuto después”, advierte María Azucena Aguirre, especialista en Sexología clínica y Educación sexual.
Aguirre disertó en las Jornadas sobre Educación Sexual en Jóvenes organizadas por el área de Adolescencia de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de Córdoba. Para muchos adultos, la forma de abordar la sexualidad con los chicos plantea temores. El objetivo es promover una perspectiva que respete la diversidad y las elecciones personales.
La sexualidad es fuente de comunicación, afectos, sentimientos y encuentros. Implica la capacidad de optar, respetar la intimidad y los tiempos propios y los de los demás. “Se aprende de acuerdo con la cultura, la educación, la familia y las experiencias personales. Cada uno la vive como puede”, agrega Aguirre.
“A nivel familiar, es importante que los padres presten atención sobre el modelo vincular que ofrecen a sus hijos. A los chicos les cuesta relacionar su experiencia sobre lo placentero con las cuestiones afectivas en materia de sexualidad”, explica Gabriela Richard, directora de la Fundación Pro Salud y psicóloga.
A veces, la preocupación de los padres es que su hija no quede embarazada o que su hijo sepa usar preservativos, pero esto no termina de anclar en los chicos en un plano vivencial, dice Richard. Se debe alentar el vínculo de los adolescentes con ginecólogos y médicos clínicos, porque es imposible que los padres sepan todo. Y para los jóvenes es clave tener un espacio privado para sacarse dudas, consideran desde Pro Salud.
Educación sexual es más que informar sobre métodos: es aprender a cuidar y respetar el propio cuerpo y el del otro, aceptar y dar caricias, aprender a disfrutar del placer en general y el goce con compromiso.
En el aula
Antes de la sanción de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) 26.150, la Educación Sexual se trabajaba desde las áreas de Ciencias Naturales en primaria. “Y los docentes de Ciencias Biológicas en secundaria la abordaban en forma descriptiva, desde un enfoque biologicista”, explica Mariana Dapuez, especialista en Psicología educacional.
La 26.150, de 2006, estableció que la escuela debe garantizar el acceso a la educación integral con información científica. En 2008, se diseñaron lineamientos curriculares de ESI desde el nivel inicial hasta el nivel superior, que supone un abordaje integral, continuo y transversal.
Los especialistas en educación sexual señalan que en Córdoba existe disparidad de experiencias de implementación. “Lo importante es que se está superando el enfoque netamente biologicista”, considera Dapuez.
Según los expertos, el mayor obstáculo que encuentra la implementación de la norma son los prejuicios, mitos y tabúes que aún tienen los adultos. “El desafío es lograr un abordaje con un enfoque de derechos, equidad de género, promoción de la salud y el cuidado del propio cuerpo”, agrega Dapuez. “Se trata de promover la igualdad de trato y oportunidades entre varones y mujeres y el respeto a la diversidad. De esta forma, después podrán elegir sus parejas, aprender a decir “no” ante relaciones no deseadas, prevenir ITS y embarazos no planificados, disfrutar de una sexualidad responsable y placentera”, indica Dapuez.
Intereses
El espíritu de la ley fue y es que la Educación sexual atraviese de manera transversal a toda la currícula. “Pero su sanción no es suficiente, porque la capacitación de los docentes es deficitaria. Las sociedades científicas de sexología establecen 300 horas para la formación de un educador sexual, carga horaria que no tienen nuestros docentes”, destaca María Azucena Aguirre. Agregó que el punto de partida es escucha r qué intereses tienen los chicos.

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